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Escena eliminada de Obsidian: Tortitas y charcos

23/2/16

¡Buenas tardes! hoy os traigo una escena eliminada de Obsidian desde el POV de Katy. Sé que os va a encantar.
Podéis leer más escenas traducidas en la pestaña de EXTRAS
y tenéis todas las escenas en inglés en la cuenta de Wattpad de JLA
TORTITAS Y CHARCOS
(ESCENA ELIMINADA DE OBSIDIAN)
Hice todo lo que pude para ignorar a Daemon y al hecho de que era como un acosador/guardaespaldas mientras hacía una parada en la oficina de correos para recoger el correo.
Ignorarle no funcionó.

Se puso a mi altura, bajó la ventanilla y me miró con aquellos irreales ojos verdes. “¿Qué parte de ir derecha a casa no has entendido? Siento como si ya hubiéramos tenido esta conversación”

Lo hicimos.

Ayer.

“Puede que haya libros esperándome” Le dije.

Él suspiró. “Puede que haya Arums por ahí preparados para comerte”

“Tú estás aquí, así que no pasa nada.”

Su brillante mirada se fijó en la mía. “Sí, pero estoy intentando ser proactivo en relación a esto y no ser reactivo.”

Yo sólo estaba intentando revisar el correo, así que…

Él murmuró algo por lo bajini y entonces abrió la puerta, sacando su ancho y largo cuerpo. “Eres como un grano en el culo.”

Alzando la mano, me rasqué la mejilla con mi dedo medio.

Él arqueó una ceja. “Qué bonito, gatita.”

Sonriéndole dulcemente, me di la vuelta y me contoneé – sí, me contoneé – a través del aparcamiento y hasta la oficina de correos. El charco gigantesco que bloqueaba el bordillo y la entrada a la oficina de correos me impidió mi gran salida. Rodearlo requería más esfuerzo del que merecía la pena, por lo que simplemente salté sobre él, golpeando el agua.

Detrás de mí Daemon emitió un sonido. “Eres como una niña de dos años.”

Saltando el bordillo, le miré por encima del hombro y me dirigí hacia el edificio. Fui directa a mi taquilla de correos. Había unos cuantos paquetes.

“¡Yay” los abracé fuerte contra mi pecho. Quería abrir esos paquetes y ver qué me traían. No había nada como recibir un libro en el buzón y no saber cuál sería. Estaba sosteniendo un montón de regalos de navidad en mis brazos. Cerré la pequeña puerta y me di la vuelta.

Daemon me esperaba al final del pasillo, observándome con su verde mirada indiferente. Había algo en el modo en que me miraba que me hizo ser tremendamente consciente de mí misma. Pero esa mirada esmeralda no era sólo indiferente. Era diferente. Ardiente. Intensa. Pensé en la mañana de después del baile, despertándome en la cama con él y la sensación…

No iba a ir ahí.

Le pasé de largo, volviendo a mi táctica de ignorarle. Cuando estuvimos fuera, volví a convertirme en la niña de dos años y salté con ambos pies en el charco, enviando gotas de agua en todas direcciones.
“Jesús.” Él saltó hacia un lado, pero era demasiado tarde. Toda la parte izquierda de sus pantalones estaba empapada.

Le lancé una mirada mientras corría hacia mi coche, abría la puerta de atrás y empezaba a dejar los paquetes en el asiento. Supe exactamente cuando me alcanzó. No dijo nada, lo que era toda una sorpresa, porque Daemon siempre tenía algo que decir, pero pude sentirle cerca.

Daemon hizo un sonido profundo y gutural “Necesito tortitas.”

Dejé de colocar los paquetes en el asiento y le miré por encima del hombro. Estaba apoyado contra su SUV, con su cabeza echada hacia atrás. Me estaba observando – no, espera. No me estaba mirando a mí. Su mirada estaba dirigida muy por debajo del cinturón.

Rápidamente cerré la puerta y le enfrenté. “¿Estás mirándome el culo?”

Daemon no respondió, pero despacio, épicamente despacio, dirigió su mirada hacia la mía. Había una intensidad en su mirada, como si fuera un roce físico. Algunas partes de mi cuerpo hormiguearon, más en unas zonas que en otras. Especialmente cuando su mirada se detenía en ciertas áreas, como aquella que está por debajo de mi clavícula. Para cuando sus ojos encontraron los míos, había un tipo diferente de charco en el parking, un charco reluciente. La suave curvatura de sus labios hizo que los músculos de mi estómago se tensaran. “Yo no haría nada parecido.”

No le creí. De ninguna manera. Y estaba irritada, porque no me gustaba cómo su escrutinio me hacía sentir. Debería estar ofendida. No excitada. Espera. No estaba excitada. Para nada. Era un idiota. Un idiota que me había encendido como una pista de las Vegas y me había tocado mientras dormía. Un absoluto idiota.

Cara culo.

“Tortitas.” Dijo de nuevo.

“¿Qué es lo que te pasa con las tortitas? ¿Por qué sigues mencionándolas?”

“¿Tienes masa de tortitas en casa?” preguntó.

“Sí, creo que sí.”

“Bien.” Su sonrisa se ensanchó. “Me vas a hacer algunas tortitas.”

Le miré. “No voy a hacerte tortitas. Hay un Waffle House cerca. Eres bienvenido para ir y comprar unas tortitas…”

Daemon se lanzó hacia delante tan deprisa que cuando parpadeé ya estaba delante de mí, y odiaba cuando se movía así. También odiaba cómo me quedaba sin respiración porque estaba delante de mí.
“Sé que hay un Waffle House cerca, gatita. Pero no es lo que quiero.” Levantando la mano, me dio un golpecito en la nariz con uno de sus largos dedos. “Quiero que tú me hagas tortitas.”

Me eché hacia atrás, ceñuda. “No te voy a hacer tortitas.”

“Lo vas a hacer.” Se dio media vuelta , se dirigió a la puerta de su coche y se subió. Antes de que cerrara la puerta me sonrió. “Claro que vas a hacerme tortitas.”


 ♥♥♥
Oh, Daemon, yo te hago todas las tortitas que quieras...
jejejeje


Traducción: Bella Carstairs
Fuente: Jennifer L. Armentrout

La "verdadera" Boda de Daemon y Kat

16/12/14

Lo prometido es deuda y aquí os dejo la traducción de la escena extra que Jenn nos regaló ayer donde seremos testigos de la "verdadera" boda de Katy y Daemon.

Os dejo el enlace para leerla en INGLÉS

Si no habéis leído la saga Lux, concretamente los dos últimos libros, NO leáis esta escena, ya que podría considerarse como un SPOILER.

Sin más, os dejo esta escena que me ha robado el corazón y me ha puesto al borde de las lágrimas...
♥♥♥

LA BODA

“¿Por qué estás tan nerviosa?

La pregunta que me estaba haciendo Dee era realmente buena. No podía responderla sin sentir como si me hubiera tragado todo un pack de Five-Hour Energy. No debería estar ansiosa, pero lo estaba. Me temblaban un poco las manos, y si me hubiera encargado yo de rizarme el cabello y peinarlo, estaría hecha una auténtica pena.

“Sé que es una tontería” dije, entrelazando mis dedos “Ya estamos casados”


Un pasador apareció mágicamente en la mano de Dee “Honestamente, lo entiendo. La otra boda no fue real”

Para Daemon y para mí, la licencia de matrimonio que obtuvimos en las Vegas utilizando nombres falsos era real. Hay quien podría discutir que no lo era, pero los nombres en un trozo de papel no significan que quieras a alguien más o menos.

Y no había forma humana o inhumanamente posible en la que Daemon y yo pudiéramos amarnos más de lo que ya lo hacíamos sin prender fuego a la galaxia entera.

Pero aquellos a quien queríamos deseaban la boda. Yo la había deseado – todo el asunto, y desde que lo desee, también lo hizo Daemon. Eso era amor.

Aunque había existía la posibilidad de que acabase devolviendo.

La puerta se abrió, y empecé a mirar, pero Dee movió el rizador como una arma “No pienses siquiera en mover la cabeza ahora” ordenó.

Apretando los labios, me quedé sentada perfectamente tiesa mientras una risita resonaba detrás de nosotras.

“Parece como si estuviera a punto de pegarte con esa cosa”

Mis ojos se abrieron como platos ante el sonido de la voz de Lesa, y si lo que había dicho no hubiera sido posible, habría saltado y empezado a dar palmas como una foca alegre “¡Lesa!¡Estás aquí!”

“¡Te dije que vendría! No me lo perdería por nada en el mundo” Su voz se acercó más, y Dee hizo una pausa lo suficientemente larga para darla un abrazo de bienvenida. Entonces me tocó a mí, y le ofrecí un apretón con un brazo antes de que Lesa se tirara sobre el sofá enfrente de mí y Dee continuara torturándome con el rizador y los pasadores. La mirada excitada de Lesa recorrió todo mi rostro “Tu maquillaje es absolutamente perfecto”

“Es todo cosa mía” bromeó Dee.

Puse los ojos en blanco mientras Lesa sonreía. Se apartó los densos rizos de su cara “Estoy tan contenta de que estés aquí” dije, y lo decía de verdad. Mi corazón se sentía querido y feliz. “Me preocupaba que por el tiempo no pudieras tomar un vuelo hasta aquí”

“Estuvo un tiempo dudoso. La nieve seguía cayendo, pero las carreteras están limpias” se pasó las manos por la falda color borgoña de su vestido “Esta es una casa preciosa, como esas casas de la gente inmensamente rica que aparecen en la HGTV. ¿Quiero saber cómo habéis conseguido tener la boda aquí?”

Sonreí y después me reí, cayendo en el nerviosismo excitante y en la alegría efervescente. La casa era alucinante. Tenía varias plantas, y me recordaba a uno de esos hogares tipo palaciego que se encontraban en la regencia en las novelas de romance, completada con un gran salón de baile y un porche interminable.

“Pertenece a uno de nuestra gente” respondió Dee a Lesa, mientras giraba un rizo e introducía un pasador, casi clavándomelo en el cuero cabelludo “Estaban más que felices por dejarnos usarla”

Nuestra gente.

Dos palabras extrañas y poderosas que eran muy comunes en este nuevo mundo que se estaba reconstruyendo poco a poco. Dos palabras que apenas pronunciábamos fuera de nuestro círculo más íntimo. Dos palabras que podían traer curiosidad o la más absoluta hostilidad asesina entre los humanos, pero no iba a dedicar el día de hoy, el día de mi boda, pensando en esas cosas.

Cuando las cosas empezaron a asentarse tras la violenta batalla entre los Luxen invasores y los humanos, Daemon y yo establecimos nuestro hogar en Colorado con todos los demás. Pasaron los meses antes de que pudiera encontrar a Lesa. Ella y su familia habían abandonado Petersburg antes de que los Luxen invasores lo tomaran, reubicándose en una ciudad llamada Chambersburg, en Pennsylvania. Una vez que volvimos a tomar contacto, y cuando el tráfico aéreo se retomó, ella tomó un vuelo hasta Colorado.

La reunión fue agridulce y también algo alocada. Con la contribución de Daemon, decidí contarle a lesa la verdad sobre por qué desaparecimos antes de que todo se fuera al infierno. Extrañamente, ella apenas se sorprendió y lo tomó bastante bien, pero aún me parecía extraño ser tan abierta sobre lo que éramos.

“Dios, necesito encontrar un alien para mí” comentó Lesa, mirando a su alrededor a la habitación decorada donde nos estábamos preparando “Sois todos ricos y atractivos”

Ese no era siempre el caso, pero me imaginé que no había motivo para señalarlo. La puerta se abrió de nuevo, y esta vez entró Beth. En su cadera estaba Ashley, con un vestido blanco de volantes con una banda borgoña…Su pelo oscuro estaba retirado de sus rollizas mejillas y sus ojos amatistas brillaban de interés.

Ashley era demasiado joven para ser la niña de las flores y, honestamente, ninguno de nosotros confiábamos en que la pequeña cosa pudiera caminar por el pasillo sin hacer algo increíblemente estrambótico. Digamos, por ejemplo, hacer que todas las sillas levitasen. Por lo que era la niña de las flores honorífica.

Beth sonrió tímidamente a Lesa mientras dejaba a Ash en el suelo. La niña se tambaleó por un momento y después se enderezó. Su blanca y brillante Mary Jane rebotó en el suelo de madera cuando se dirigía hacia donde estaba Lesa. Ashley la sonrió expectante.

Lesa miró a la madre de Ashley y después a nosotras “Um, ¿qué es lo que quiere?”

Reí, porque con Ashley, esa era una pregunta peligrosa.

“Probablemente se quedará mirándote durante un rato y después se aburrirá. Lo siento. Ya ha alcanzado la etapa de las rarezas de los niños” explicó Beth, sonrojándose. Se dio la vuelta hacia nosotras “El salón está listo. Está absolutamente precioso. La idea del tema de Navidad fue brillante”“Sigo pensando que en rosa habría sido alucinante” murmuró Dee.

Permanecí sabiamente callada.

Mi estómago dio una pequeña sacudida. Mis damas de honor estaban allí. La habitación estaba lista. Iba a casarme en menos de una hora. Oh, dios.

“¡Terminado!” Dee dio un paso atrás.

Con piernas temblorosas, me levanté y me encaminé hacia el espejo ovalado de pie “Wow” murmuré “Te has superado esta vez”

De ese rió “Bueno, sí”

El maquillaje que había aplicado era suave y sensual. Una sombra suave y brillante daba a mis ojos una apariencia ahumada y el colorete melocotón brillaba. El color de labios era rosado y natural. ¿Y mi pelo? Wow. Jamás pensé que mi pelo podría ser tan bonito. Dee había rizado y trenzado mi pelo para que cayera desde una coleta suelta, con unos estratégicamente colocados mechones sueltos.

“Ahora lo único que necesitas es el vestido” dijo Lesa, caminando hacia donde estaba colgado, todavía en su bolsa.

Agarré el nudo que sujetaba mi bata, preguntándome si las chicas pensarían si sería muy raro que hiciera un pequeño bailecito. Antes de que pudiera hacerlo, pensé en mi madre, y un dolor ardió en lo profundo de mi pecho.

Mamá debería estar aquí.

Era difícil no echarla de menos ahora, muy duro no sentir la pena. Luché para no obsesionarme con lo injusto que era que no estuviera, porque sabía que esa sería la última cosa que mi madre hubiera querido que hiciera en un día que debería estar lleno de dicha.

Alguien llamó a la puerta. Me sentí confusa mientras me daba la vuelta. Todo aquél que debía estar estaba en esa habitación.

“¿Sí?” llamó Beth.

La puerta se abrió y mi corazón titubeó en mi pecho.

Daemon entró en la habitación, para sorpresa de todo el mundo. Al principio, todo lo que pude hacer fue observarle. Vestía un esmoquin negro con un chaleco color borgoña debajo y, madre mía, a nadie le sentaban tan bien el esmoquin como a Daemon Black.

Él paraba literalmente todos los pensamientos coherentes.

Las ondas oscuras de su cabello parecían estar bajo control y la firme y fuerte línea de su mandíbula estaba suave. Aquellos brillantes ojos esmeraldas centelleaban. No miró alrededor de la habitación. Su mirada fue directa hacia mí.

No me sorprendí de que estuviera en la habitación. Todo el lío de emociones que sentía debía de haberme bloqueado de sentir su presencia. Pero, de nuevo, no debía sorprenderme en absoluto.

Por supuesto, Daemon desafiaría las convenciones y simplemente aparecería allí.

Dee salió de su estupor “¿Qué haces aquí? ¡Se supone que no deberías estar aquí! Da mala-“

“Calla” dijo él, un extremo de sus labios se elevó mientras caminaba hacia delante.

Su hermana alzó las manos en un gesto de frustración “Eres un auténtico fastidio”

Daemon pareció no oírla, y mis ojos se abrieron como platos cuando vino directamente hacia mí. No me moví, no dije nada. Aquella media sonrisa se ensanchó, revelando un profundo hoyuelo en su mejilla.

Me quedé sin respiración cuando me rodeó con un brazo la cintura y me tomó del cuello con su otra mano. Me apretó contra su cuerpo, nuestros pechos chocaron y, teniendo en cuenta que sólo llevaba una fina bata y ropa interior muy fina, parecía como si no hubiera nada entre nosotros.

Daemon bajó su boca hasta la mía y me besó. No fue un piquito breve en los labios. No fue un beso casto. Fue profundo y lento, abrasando y quemando la sangre que corría por mis venas. Nuestras lenguas se tocaron. Se enredaron. El beso me hizo olvidar que no estábamos solos.

Se retiró, sus labios rozando los míos cuando habló “Gatita, deberías arreglarte. Es casi la hora para el segundo round”

Ashley dio palmas y chilló.

Me lo quedé mirando.

Daemon me soltó lentamente, sus manos permanecieron en su sitio mientras me depositaba sobre mis pies. Dándose la vuelta, le guiñó el ojo a Lesa y entonces atravesó la habitación, cerrando la puerta tras de sí.

“Oh. Dios. Mío” murmuró Lesa.

 Estaba deslumbrada. “Él es…él sólo es…”

“Él es solo Daemon” suspiró Dee, sacudiendo la cabeza disgustada “Sin ninguna consideración por la tradición. Capullo” sus ojos se abrieron sorprendidos cuando Ashley se carcajeó “Oops. Lo siento. Orejeras”

Beth alzó una ceja y entonces me encaró “Vale. Necesitas prepararte”

Los momentos siguientes fueron confusos, principalmente porque aún estaba tambaleándome por aquél beso que me hormigueaba.

Una vez que me quité la bata, me puse el vestido con mucho cuidado. Tenía un montón de botones, tantos que sabía que Daemon acabaría aburriéndose de ellos muy pronto aquella noche.

Aquel pensamiento me hizo sonrojar.

El vestido era maravilloso. Ajustado en la cintura, con una gran falta que parecía brillar cuando me movía, me sentía como una princesa. Pasteloso, pero cierto. El escote era de forma de corazón y el corpiño estaba cubierto con pequeñas cuentas que bajaban por la falda, donde estaban artísticamente esparcidas.

Cuando vi mi reflejo, pensé wow, finalmente parecía una novia de verdad.

“Estás preciosa” dijo Dee, inclinándose para darme un beso en la mejilla.

Lesa se acercó “Realmente lo estás”

“Tienen razón” Beth volvía a sostener a Ashley en su cadera “¿Estás lista?”

Asintiendo, respiré profundamente y parpadeé intentando deshacerme de las estúpidas lágrimas que llenaban mis ojos “Gracias. A todas. De verdad. Estoy tan feliz porque estéis aquí”

Dee me dedicó una sonrisa llorona mientras gesticulaba con las manos delante de sus ojos “Vale. Tenemos que bajar antes de que arruinemos todo este maravilloso maquillaje”

Reí, pero tenía razón. Todas estábamos titubeando en el lado emocional, así que dejamos la habitación, con los ramos de flores de Pascua en la mano.

El paseo hasta el salón de baile fue como moverse por un sueño, demasiado lento y aún así demasiado rápido. Llegamos a las puertas dobles cubiertas con pedazos de obsidiana y las chicas se pusieron entraron primero, las puertas cerrándose tras ellas cuando un hombre alto salió, parándose el tiempo suficiente para besar a Dee en la mejilla.

Me quedé allí, apretando las flores de Pascua con fuerza mientras esperaba. Como estaba planeado, no caminaría sola hasta el altar.

Archer vestía un esmoquin similar al de Daemon, y sus inquietantes ojos morados estaban suavizados – más suaves de lo que nunca habían estado “Sólo para que lo sepas, Daemon está tan nervioso como tú, aunque intente aparentar que está bien”

Una risa estrangulada escapó de mi garganta “¿Has estado cotilleando en su mente?”

“Puedes apostarlo”

Sacudí la cabeza “Sabes lo mucho que odia eso”

“Te apuesto a que sí” aún sonriendo, extendió su brazo y lo tomé “Estás preciosa, Katy, en serio”

“Gracias” me faltaba el aire.

Mi corazón latía tan deprisa y fuerte que no escuché las puertas abrirse o la marcha de la boda sonando. Me moví porque Archer empezó a andar y me imaginé que eso era parte del plan.

Había luces parpadeantes colgando por todo el gran techo y por las paredes que nos recibieron cuando entramos al salón de baile. Había ramos enormes de flores de Pascua y rosas blancas por toda la sala. Los pétalos blancos y rojos estaban esparcidos por la alfombra de color marfil.

No había muchos invitados, sólo los amigos que habíamos hecho entre la comunidad Luxen y aquellos que se habían vuelto cercanos durante la universidad. Mientras caminaba por el pasillo, me di cuenta de una cara sonriente en particular.

Luc.

Estaba sentado cerca de la parte frontal, sus largas piernas haciendo que Ashley pegara saltitos, la cual tenía pétalos de flor de Pascua hechos pedazos entre sus dedos. Se suponía que él iba a estar ahí arriba con Daemon, pero me imaginé que Ashley ya debía de haber empezado a hacer, bueno, cosas extrañas típicas de los bebés originales, y que él ahora era su niñera. Luc me guiñó el ojo mientras me acercaba hacia él y Ashley me saludó con su puñito.

Muy bien.

Mi mirada pasó por las chicas y después por Dawson, quien estaba al lado de Daemon, y una vez que le vi, no hubo nadie más.

Nuestras miradas se encontraron y el amor que brillaba en sus ojos era incontenible y la cosa más poderosa que jamás había visto. No aparté la mirada cuando Archer me ofreció a Daemon y se unió a Dawson.

La mirada de Daemon me buscó intencionadamente, y antes de que el oficiante Luxen hablara, él dijo “Eres absolutamente la cosa más hermosa que he tenido el honor de ver jamás”

“Tú también” dije, un poco atontada.

Sus labios se tensaron un poco “Gatita…”

Mis mejillas se sonrojaron, y el oficiante se aclaró la garganta. La ceremonia empezó, pero siendo honesta, no tenía ni idea de lo que el hombre – bueno, alien – estaba diciendo, su suave y sofisticada voz hacía eco por la sala. Estaba centrada en Daemon, en el modo en que nuestros corazones y pulsos latían en tándem.

A medida que la ceremonia se sucedía, la sonrisa de Daemon empezó a crecer hasta que los dos hoyuelos se vieron claramente y supe que la misma sonrisa lucía en mi rostro. Las lágrimas inundaron mis ojos y cuando una decidió escaparse, Daemon la secó con su pulgar. Su mano se quedó en ese lugar, y entonces creo que escuché a alguien, probablemente a Dee, sorber por la nariz.Entonces Daemon habló “Sí, quiero”

Cuando me tocó mi turno de repetir los votos sagrados, mi voz tembló, pero las dos palabras finales fueron claras “Sí, quiero”

“Por supuesto” replicó Daemon con suficiencia.

Se me escapó la risa y antes de que pudiera responderle, Daemon estaba besándome – besándome como había hecho antes en la habitación, pero más fuerte, más profundo y con mucho más significado.

“Bueno, ya no tengo por qué decir que puedes besar a la novia ahora” exclamó el oficiante, la diversión coloreaba su tono de voz.

Hubo más risas y cuando Daemon finalmente alzó su boca de la mía, sus pupilas eran igual de brillantes que los diamantes pulidos.

Daemon nos guió de manera que enfrentásemos a todos los invitados mientras el oficiante anunciaba, con una voz alta y clara “Os presento al Señor y a la Señora Black”

La pequeña multitud empezó a vitorearnos con más fuerza y Daemon me volvió a besar, dejándome sin aliento y totalmente deslumbrada para cuando volvimos a por aire.

“Eres terrible” le susurré al oído.

Daemon se carcajeó y me apretó con más fuerza “Y me quieres por ello”

Mi sonrisa era enorme cuando puse mi frente sobre la suya “Lo hago”.


He disfrutado muchísimo traduciendo esta escena. Espero que la hayáis disfrutado tanto como yo.

y

¡QUE VIVAN LOS NOVIOS!

¡SALUDOS, LUXEN!

Consigue una escena extra de Cam y Avery!

2/9/14

Realizando la preventa de Stay With Me  (en cualquiera de sus formatos, ebook o papel) en Amazon.com (es sólo para residentes de U.S.) o en Book Depository (Para todos aquellos que vivan fuera de los EE.UU) recibiréis la semana del lanzamiento de Stay With Me una escena muy especial de Cam y Avery, desde el punto de vista de Avery!!!!

Yo ya he hecho mi preventa, ¿y tú?

Una vez realizada la preventa todo lo que tenéis que hacer es rellenar el siguiente formulario AQUI  o AQUI (si lo estáis haciendo desde un teléfono móvil)

Estoy super impaciente por leer este libro, el cual, para su autora, es su favorito de la saga. Jax y Calla van a hacer las delicias de los fans de Jennifer!!!

At 21, Calla hasn’t done a lot of things. She’s never been kissed, never seen the ocean, never gone to an amusement park. But growing up, she witnessed some things no child ever should.   She still carries the physical and emotional scars of living with a strung-out mother, Mona—secrets she keeps from everyone, including her close circle of college friends.

But the safe cocoon Calla has carefully built is shattered when she discovers her mom has stolen her college money and run up a huge credit card debt in her name. Now, Calla has to go back to the small town she thought shed left behind and clean up her mom’s mess again. Of course, when she arrives at her mother’s bar, Mona is nowhere to be found. Instead, six feet of hotness named Jackson James is pouring drinks and keeping the place humming.

Sexy and intense, Jax is in Calla’s business from they moment they meet, giving her a job and helping her search for Mona. And the way he looks at her makes it clear he wants to get horizontal . . . and maybe something more. Before Calla can let him get close, though, she’s got to deal with the pain of the past—and some very bad guys out to mess her up if she doesn’t give them her mom.

Saludos!!!

Un gracias muy especial...

18/8/14

Como todos ya sabéis, Opposition, el último libro de la saga Lux *LLORA*, salió a la venta y nos golpeó con su luz alienígena el pasado día 5 de Agosto, en inglés.

La saga que tanto nos ha dado llega a su fin, una saga que nos ha unido, nos ha encontrado y nos ha encadenado a esta autora que tanto y tanto nos da y nos hace soñar con cada historia.

Pues bien, en el corto espacio de tiempo que Opposition lleva a la venta, ya ha alcanzado el nº 4 del New York Times YA series list y en el número 34 del USA Today Bestseller list!!!


¡ENHORABUENA A NUESTRA AUTORA Y A OPPOSITION POR TODO EL ÉXITO QUE ESTÁ COSECHANDO!
¡Y GRACIAS A TODOS LOS FANS Y LECTORES QUE APUESTAN POR ESTA SAGA TAN MARAVILLOSA!

Como muestra de agradecimiento, Jenn ha escrito algo para todos sus fans...y yo hoy os lo traigo - en inglés y traducido - para vuestro disfrute.

Podéis leer el post completo y las palabras de Jenn - así como reíros con los gifs que tanto le gusta utilizar en sus posts - AQUI


AVISO:

NO LEER SI NO HABÉIS LEÍDO OPPOSITION


Grinning at my screen, I trailed my finger over the mouse pad and hit publish on my latest Waiting on Wednesday blog post. I closed the laptop, and feeling entirely too lazy to get up, I forced my mind to clear. Concentrating, I summoned the Source. The laptop trembled, and then a second later, it lifted off my hand and sailed across the room, landing gently on my desk.

“I’m awesome,” I murmured.

“That you are.”

I gasped, sitting up as I looked at the doorway. My eyes narrowed, and I grabbed the pillow. “Would you stop doing that!”

A slow grin pulled at full lips. “Doing what?”

I popped onto my knees, letting the blanket slip away, and cocking back my arm, I threw the pillow as hard as I could. That fluffy cloud turned into a projectile.

Without taking his eyes off me, Daemon’s hand snake out and he snatched the pillow before it connected with his face. “Don’t hate.” Tossing the pillow back to the bed, he folded his arms. “At least I was agreeing with you.”

“You’re as quiet as a freaking ninja,” I muttered.

Daemon winked, and that was the only warning I had. He moved so fast that I could barely track him across the room. The bed dipped under his sudden weight, jostling me and then his large hands were carefully cupping my cheeks. With his knees on either side of my legs, he lowered his head to mine. When he spoke, his warm lips brushed mine, and a rush electricity crackled over my skin. “Hey Kitten,” he breathed.

“What?” I whispered.

He pressed a too-quick, tiny kiss on the corner of my lips. “Have I told you that you’re beautiful yet today?”

I grinned. “Yeah, you did. This morning before Dawson dropped Ashley off.”

“Okay.” Those lips made another sweet pass over mine. “How about this afternoon?”

Placing my hands on his arms, I rested my forehead against his. “Yep. That was roughly around the time Beth and Dawson picked Ashley up. But then again, I’m pretty sure you were just overjoyed by the fact your brother was able to get Ashley’s to drop her chokehold on you.”

“I can still feel that little monkey’s arms around my neck,” he said.

I laughed. “She likes you.”

“Everyone likes me, Kitten.” Kissing me softly, he slid his hands to my shoulders. “How about in the last hour? Have I told you that in the last hour?”

“You just did.”

His lips curved into a smile against mine. “Just making sure.”

Daemon stopped fooling around then and he really kissed me, and he always kissed me like it was the first time. Deeply. He scorched my insides, scalded my skin. And he always kissed me like it would be the last time we’d ever have the pleasure of doing so. My heart rate doubled and as he guided me onto my back and he carefully hovered over me, I wrapped my arms around his shoulders, holding him tight. Without cause, a messy ball of emotion formed in the back of my throat and I squeezed him tight.

“Hey,” he murmured, lifting his head. The center of those beautiful green eyes glowed with white, luminous light. Concern poured into his expression. “What’s wrong? Is something wrong? Shit. Kat, what’s going on?”

My smile was wobbly as I gaze at his beautiful face. “It’s nothing. I’m just overly emotional right now, and it’s just that I… I love you.”

He smoothed his thumb along the bottom of my lip. “I love you, Kat.”

No matter how many years had passed between those horrible moments when I’d thought I’d lost him, I would never forget that bitter taste of fear nor would I ever take any second we spent together for granted.Daemon eased onto his side beside me, wiggling an arm under me and gathering me close. He picked up my left hand and brought it to his mouth. He pressed a kiss against each knuckle. My gaze fell to the engagement ring and the white-gold band that was nestled close to it.

“I was thinking,” he began.

“Oh geez.”

“Hush it.” He lowered our joined hands to my belly, and I sighed, because even though I was flat on my back, my stomach still looked like I had swallowed a beach ball. “Anyway, I was thinking… well, it was really Archer’s idea.”

I arched a brow. God only knows where this was leading.

“What do you think about making Dee and Archer godparents?”

Not what I was expecting considering it was coming from Archer. “That’s going to make Luc really mad. He called dibs on that honor.”

Daemon grinned. “I know. I think that’s why Archer suggested it.”

I laughed. “You guys are terrible.”

“Yeah, a little.”

Turning my head toward him, I sighed. “I actually think it’s a good idea.”

“Me too.” Daemon let go of my hand and spread his hand across my belly, something he did every night. He was fascinated by how the baby seemed to do backflips whenever it was time to go to bed.

Sitting up beside me, he placed both hands on my distended belly and then he lowered his head, kissing just above my navel. “What do you think?” he asked, speaking to my stomach in a way that made me grin. “You think Archer would make a good godfather? It’s your call, Adam.”

At that moment, little Adam decided to kung fu my stomach and his daddy’s hand. Daemon’s head lifted, his eyes wide and shining. “You feel that?”

“Every organ in my stomach felt that.”

His smile spread, becoming stunningly beautiful as he turned his gaze back to stomach. “That’s my boy.”


Traducción

Sonriendo a la pantalla, deslicé el dedo sobre el ratón táctil y pulsé sobre publicar en mi último blog post “Esperando al Miércoles”. Cerré el portátil, y sintiéndome demasiado perezosa como para levantarme, forcé a mi mente a ponerse en blanco. Concentrándome, recurrí a la Fuente. El portátil tembló, y un segundo después, se alzó de mis manos y atravesó la habitación, para aterrizar con cuidado sobre mi mesa.

“Soy alucinante” murmuré.

“Lo eres”

Jadeé, sentándome mientras miraba hacia el umbral de la puerta. Entrecerré los ojos, y agarré una almohada “¡Podrías parar de hacer eso!"

Una lenta sonrisa empujó sus labios llenos “¿Hacer el qué?”

Me puse de rodillas, dejando que la sábana se deslizase, y echando el brazo atrás, lancé la almohada tan fuerte como pude. La blanda nube se convirtió en un proyectil.

Sin quitarme los ojos de encima, la mano de Daemon salió disparada y cogió la almohada antes de que le diera en toda la cara “No me odies” Volviendo a dejar la almohada en la cama, se cruzó de brazos “Al menos estaba de acuerdo contigo”

“Eres tan silencioso como un maldito ninja” Murmuré.

Daemon me guiñó, y ésa fue la única advertencia que tuve. Se movió tan rápido que apenas pude seguirle a través de la habitación. La cama se hundió un poco por su repentino peso, empujándome y entonces sus grandes manos estaban sosteniéndome con cuidado de las mejillas. Con sus rodillas a ambos lados de mis piernas, bajó su cabeza hacia la mía. Cuando habló, sus labios rozaron los míos, y la corriente de electricidad recorrió toda mi piel “Hey, gatita” exhaló.

“¿Qué?” susurré.

Me dio un pequeño y demasiado breve beso en la comisura de mis labios “¿Te he dicho ya lo preciosa que estás hoy?”

Sonreí “Sí, lo hiciste. Esta mañana antes de que Dawson dejase a Ashley aquí”

“Vale” Esos labios dieron otro pase dulce sobre los míos “¿Y esta tarde?”

Poniendo mis manos sobre sus brazos, apoyé mi frente sobre la suya “Sip. Fue aproximadamente en el mismo instante en que Beth y Dawson recogieron a Ashley. Pero de nuevo, estoy bastante segura de que te estabas deleitando con el hecho de que tu hermano fuera capaz de deshacer el agarre que tenía Ashley sobre ti”

“Aún puedo sentir los brazos de ese monito alrededor de mi cuello” dijo él.

Me reí “Le gustas”

“Le gusto a todo el mundo, gatita” Me besó suavemente, deslizando sus manos sobre mis hombros “¿Y durante la última hora? ¿Te lo he dicho en la última hora”

“Acabas de hacerlo”

Sus labios se curvaron en una sonrisa contra los míos “Sólo para estar seguro”

Daemon dejó de hacer el tonto y me besó de verdad, y cada vez que me besaba era como la primera vez. Profundamente. Me derritió por dentro, quemándome la piel. Siempre me besaba como si fuera la última vez en que podríamos tener el placer de hacerlo. Mi corazón dobló su ritmo y mientras me guiaba para tumbarme de nuevo, poniéndose con cuidado sobre mí, le rodeé los hombros con mis brazos, sosteniéndole con fuerza. Sin razón aparente, una enorme bola de emociones se formó en mi garganta, y le apreté con fuerza.

“Hey” murmuró, alzando la cabeza. El centro de esos hermosos ojos verdes brillaba con una luz blanca luminosa. Su expresión era de preocupación “¿Qué pasa? ¿Pasa algo malo? Mierda. Kat, ¿Qué está pasando?”

Mi sonrisa era insegura mientras observaba su hermoso rostro “No es nada. Sólo que estoy un poquito emocional ahora mismo y es sólo que…te quiero”

Me acarició el labio inferior con su pulgar “Te quiero, Kat”

No importaba cuántos años pasasen desde aquellos horribles momentos cuando pensé que le había perdido, nunca podría olvidar el sabor amargo del miedo o podría dar por sentado ningún segundo de los que pasábamos juntos.

Daemon se puso de lado a mi lado, pasando un brazo debajo de mí y poniéndome más cerca. Tomó mi mano izquierda y la llevó a su boca. Plantó un beso en cada nudillo. Mi mirada cayó al anillo de compromiso y al anillo blanco y dorado que descansaba al lado.

“Estaba pensando” empezó a decir.

“Oh geez”

“Calla” bajó nuestras manos unidas y las posó sobre mi tripa, y suspiré, porque aunque estaba tumbada, mi estómago aún parecía como si me hubiera tragado una enorme pelota de playa “De cualquier forma, estaba pensando…bueno, ha sido idea de Archer, realmente”

Alcé una ceja. Sólo Dios sabía a qué iba a llevar todo esto.

“¿Qué te parecería que Dee y Archer fueran los padrinos?”

No era lo que estaba esperando, conociendo a Archer “Eso va a hacer que Luc se enfade mucho. Había exigido tener el honor”

Daemon sonrió “Lo sé. Creo que por eso Archer lo sugirió”

Reí. “Sois terribles, chicos”

“Sí, un poco”

Volviendo la cabeza hacia él, suspiré “Creo que es una buena idea, de verdad”

“Yo también” Daemon soltó mi mano y extendió la suya sobre mi tripa, algo que hacía cada noche. Estaba fascinado con el modo en que el bebé parecía hacer volteretas cuando era tiempo de irse a la cama.

Sentándose a mi lado, puso ambas manos sobre mi hinchado vientre y entonces bajó la cabeza, besándome justo debajo del ombligo “¿Qué piensas?” preguntó, hablando con mi estómago de una forma que me hizo sonreír “¿Crees que Archer sería un buen padrino? Tú decides, Adam”

En ese momento, el pequeño Adam decidió hacer kung fu contra mi tripa y la mano de su papá. Daemon alzó la cabeza, sus ojos abiertos y brillando “¿Has sentido eso?”

“Cada órgano de mi barriga lo ha sentido”

Su sonrisa se ensanchó, volviéndose deslumbrantemente hermosa mientras volvía su mirada a mi tripa “Ese es mi chico”

Creo que voy a llorar de lo bonito que ha sido esto...No sé si muchos entenderéis lo que significa esta saga para mí, que haya llegado su final y, sobre todo, este pequeño pero ENORME regalo que Jenn nos ha hecho a todos para agradecernos el apoyo que le damos a la saga y a ella. 
Ha sido precioso.
:)

Sed conscientes de que ésta escena NO va a aparecer en ningún libro. Es una escena que Jenn nos regala, sin editar, sin pasar por editor ni nada parecido, y que simplemente es para nuestro disfrute. 

Aún no me recupero del final de esta saga...y sólo deseo que Plataforma Neo lo traduzca y nos lo traiga en español cuanto antes.

Saludos mis adorados Luxen!



Traducción por Bella Carstairs, Saga Lux Spain.

Capítulo UNO de Mestiza (saga Covenant) desde el punto de vista de Aiden. PARTE 1

19/5/14

¡Buenas tardes, Covenants!
Hacía tiempo que os prometí traeros más escenas extras de la página web de Jennifer L. Armentrout traducidas y llevaba tiempo sin poder hacerlo.
Asi que hoy, os traigo la primera mitad del ¡PRIMER CAPITULO DE MESTIZA DESDE EL PUNTO DE VISTA DE AIDEN!
¡QUE LO DISFRUTÉIS!



El primer cuerpo que encontramos en la estación de autobuses de Atlanda tenía al menos 100 de los 208 huesos de su cuerpo rotos. El chico no podría haber sido mucho más mayor que mi hermano y eso me enfermaba. Una vida más desperdiciada, ¿y por qué? Los mortales no tiene éter. Se trataba sólo de diversión – de la emoción de matar. Arrodillándome al lado del cuerpo del chico de la calle, miré hacia arriba, a la corpulenta forma que se reflejaba en la luz plateada de la luna. El tipo estaba cuadrado como una apisonadora. “¿Has encontrado más cuerpos, Leon?”

El centinela puro agitó la cabeza, sus ojos estrechándose “No”

Leon era hombre de pocas palabras, pero estaba acostumbrado a ello.  Volviendo al cuerpo, sabía lo que tenía que hacer. Lo odiaba con cada fibra de mi ser, pero esto era un auténtico caos. Los centinelas no sólo cazaban daimons.

Limpiaban después de hacerlo.

En la distancia, un rayo cayó y el último resto de la tormenta de primavera se presentó. Apretando la mandíbula, puse mi mano en el brazo del chico y dejé que uno de los más poderosos elementos limpiara lo que habían sido los últimos y más horribles momentos de su vida. Las chispas volaron de las yemas de mis dedos, alimentadas por los mismos dioses, y viajaron por el brazo sin vida. En pocos segundos, el fuego antinatural consumió el cuerpo. No quedó nada más que cenizas. Como si el chico jamás hubiera existido. Y no pude evitar preguntarme si tendría padres a los que notificar su pérdida, como si importara.

Y pensé en Deacon de nuevo.

“Hey, Aiden, mira lo que he encontrado” Me llamó Kain, excitado.

Levantándome, me limpié las manos y me di la vuelta. Kain estaba sonriendo. Dioses, Kain siempre estaba sonriendo. Podía estar enfrentándose a una horda de daimons y estar sonriendo.

“¿Qué?” preguntó Leon, cruzando los brazos sobre el pecho.

Kain movió un trozo de papel “Un ticket de autobús a Nashville y además hay dinero por ahí”

Leon hizo un sonido exasperado con la garganta “Esto es una estación de autobuses, Kain. Habrá tickets tirados alrededor”

“Si, gracias por el apunte.” Kain puso los ojos en blanco “Este ticket era de Miami a Nashville, con parada en Atlanta”

“Ella ha estado aquí” dijo Leon en una voz baja y grave.

Un ticket. Dinero perdido. Mortales sin vida y daimons. Definitivamente ella había estado aquí.

“Mierda” Kain guardó el ticket y tiró el dinero para que alguien lo encontrara “Vosotros, tíos, deberíais haberme escuchado en Florida. Tendríamos que haber buscado en las estaciones de autobuses y no en los aeropuertos”

“Eso no ayuda ahora mismo” Bajé por el callejón, buscando algo – lo que fuera que nos pusiera en la dirección correcta. Necesitaba volver al Covenant. Sólo los dioses sabrían qué andaría haciendo Deacon.

“Lo único que estoy diciendo es que---“

“Cierra el pico, Kain” advirtió Leon. Era alucinante que aún no hubiera matado a Kain.

Kain se calló.

Con una triste sonrisa, me moví hacia el extremo del callejón. Había un campo y unos bosques separando la parada de camiones de un parque industrial. Sentí a Leon moverse detrás de mí y me giré un poco “¿Crees que hemos llegado tarde?” pregunté.

Él miró hacia delante, la mirada distante “No lo creo. Ella ha conseguido llegar hasta aquí después de…”

Después de lo que habíamos visto y averiguado en Miami, la chica podría haber sido totalmente capaz de seguir adelante. Pero había daimons aquí. Habían matado. No pintaba bien. Podía ser una mestiza – una mestiza con buenas conexiones – pero la idea de que muriese sola me atravesaba. La injusticia de todo ello no estaba bien.

“Mira” dijo Leon “Alguien ha estado en este campo, corriendo. Mira cómo ha sido pisoteado”

Tenía razón. Los tres empezamos a andar hacia delante, siguiendo el pisoteado césped del campo hasta que llegamos al bosque. No fue fácil desde ahí. Nos separamos, cada uno yendo en una dirección diferente. Yo me dirigí por el centro, observando las azoteas de los edificios en la distancia. Un nuevo rayo partió el cielo y el trueno que le siguió me agitó los huesos.

Había dado unos cuantos pasos cuando escuché a Leon llamándonos. Siguiendo su voz, le encontré junto a los restos carbonizados de otro mortal. Estaba fresco. “¿Daimon?”

Asintió. “No sé qué otra cosa podría quemar un mortal de esta manera y no quemar el bosque entero”

“Ella tiene que estar por aquí cerca en algún lugar” Viva…o muerta, pero de cualquier manera, la encontraríamos. La traeríamos de vuelta como se nos había ordenado por el mismísimo Ministro en persona. Miré de nuevo a los edificios, y una extraña sensación me recorrió la columna “Echémosles un vistazo”

Enviamos a Kain al Hummer con los otros con órdenes de encontrarse con nosotros en el parque, y Leon y yo seguimos adelante. No nos llevó mucho tiempo atravesar los bosques y pisar en silencio la carretera agrietada. Kain aparcó en el borde del complejo, uniéndose a nosotros mientras nos movíamos entre los edificios.

“Ok, tengo que preguntarlo” Kain sacó un cuchillo de titanio “¿Por qué los daimons crearían tantos problemas por una mestiza?”

Leon exhaló con fuerza.

“No me malinterpretéis. Siendo mestizo y todo, me gusta pensar que soy importante, pero ¿para un daimon? Ni de coña. Hay algo raro en todo esto”

A pesar de que odiaba admitirlo, porque cuando Kain tenía razón nunca tenía fin, él tenía un punto. A los daimons no les importan los mestizos. No hay suficiente éter en ellos. “Lo sé” dije finalmente.

“Quiero decir, qué es lo que pasa que no—“

Me paré, escuchando el sonido del metal chirriando. Alzando una mano, silencié a Kain mientras me daba la vuelta hacia el edificio cuadrado que teníamos enfrente. Dirigiéndome hacia él, saqué mi cuchillo y eché a andar hacia delante.

Una de las puertas oxidadas había sido forzada. La anticipación y la adrenalina me arrollaron de inmediato. Era aquí. Lo sabía en mis huesos. Después de meses de andar cerca, éste iba a ser el final de una forma o de otra. Moviéndome en silencio, abrí la puerta y dejé que mis ojos se ajustaran a la oscuridad de la abandonada fábrica.

Había bancos despedazados y vigas rotas por todos lados. El lugar olía a basura y putrefacción. El corazón me latía deprisa ahora, y caminé alrededor de las mesas de trabajo olvidadas.

Entonces lo escuché – La escuché.

“Blah. Blah. Me vas a matar. Blah. Lo sé”

Una sonrisa reacia de sorpresa empujaba mis labios. De todo lo que había escuchado sobre Alexandria Andros, tenía que ser ella. Parte de mí sentía como si la debiera haber conocido cuando el Ministro me soltó las órdenes, pero los recuerdos pasados de quién debería haber sido eran distantes e inalcanzables.

El grito del daimon cortó el aire y entonces el tipo gritó a la mujer que parase. El sonido de los pies corriendo me puso en acción. Me lancé hacia delante,  buscando el hueco en la pared. Sin saber cuántos daimons la tendrían acorralada, necesitaba una distracción.

Alcé la mano y solté una respiración breve. Una ola de fuego corrió por el suelo, quemando todo a su paso. Hubo un grito repentino en el otro lado. Colocando el cuchillo en mi mano, caminé a través del fuego, sin que me afectase el calor.

En ese instante la vi. Parecía tan pequeña allí, agarrando… una pala de jardín en su pequeña mano? A través del lío de sus cabellos revueltos, nuestras miradas se encontraron. Un parpadeo de familiaridad me atravesó.

La mujer detrás de ella parecía como cualquier puro para mí, pero no iba a arriesgarme. La había encontrado. “Abajo”

Gracias a los dioses, se tiró al suelo antes de que yo lanzara otro torrente de fuego elemental. Golpeó al daimon, y ella cayó gritando y girándose. Mis sentidos me decían que había más, al menos dos más.

Bajando la mano, escuché el sonido de las llamas desvaneciéndose. Leon y Kain aparecieron. Con su afilada y a veces extraña habilidad para perseguir daimons, Leon captó al otro daimon y desapareció. Kain fue a por la mujer daimon que estaba en el suelo y le atravesó el pecho con el cuchillo.

Por el rabillo del ojo, vi a Alexandria intentando ponerse en pie. La irritación llameó. Necesitaba estar sentada, fuera del camino hasta que supiéramos cuántos daimons había. Me di la vuelta durante un segundo – un maldito segundo – y la escuché aullar.

Corriendo hacia ella, el rubio la tenía atrapada, sujetándola por el pelo. En un breve segundo, el horror me atravesó como una cobra enfurecida. Alexandria gritó – el sonido me devolvió varios años atrás. Había escuchado ese chillido, ese doloroso sonido, tantas veces desde la primera vez que lo presencié. Mi estómago se revolvió.

El daimon alzó su boca ensangrentada “¿Qué eres?”

Lanzándome hacia delante, cogí al daimon por la garganta y la aparté de ella. Golpeó el suelo, rodando sobre sus pies. Sonriendo, di una vuelta y le golpeé con mi bota en el estómago. Entonces me tiré, derribando sus piernas. Le debería haber matado entonces. Tendría que haber terminado pronto.

Con misericordia.

Pero la había mordido.

Y eso bien se merecía una revancha. Sin misericordia.

¡MAÑANA MÁS!

Saludos, Covenants!!!





Traducción y artículo por Bella Carstairs, Saga Lux Spain

Escena extra de Puro

30/12/13

Hoy os traigo una escena extra de Puro que Jennifer L. Armentrout escribió hace tiempo con motivo de una de las rondas del YA crush tourney donde Alex se enfrentó con Nora. Tened en cuenta que no aparece en el libro, ni aparecerá, y que puede que no concuerde con el tiempo en el que sucede, además de que puede considerarse algo así como un spoiler de Mestiza para aquellos que no lo hayan leído aún.
En fin...

Aquí os la dejo:

<<Un sábado por la mañana era demasiado temprano como para practicar técnicas de derribo y otros movimientos para patear el culo. Realmente, practicar un sábado por la mañana estaba mal en tantos niveles. Absolutamente. Era sacrílego. Penoso. Estaba al límite –
“Alex” la voz profunda de Aiden rompió a través de mi diatriba mental y miré hacia arriba, poniendo mi ceño fruncido de más te vale no meterte conmigo que puedo morder. Sus labios, tan expresivos y llenos – unos labios que realmente debía dejar de mirar – formaron una media sonrisa “Arrastrar los pies no hará que esto vaya más deprisa”
Tenía razón, pero no lo iba a admitir. Pisoteando las colchonetas, intenté – y fallé – en no mirarle como un acosador en potencia. Pero dioses, conseguía que unos pantalones negros de deporte t una camiseta blanca parecieran valer millones. Probablemente tenía que ver con el modo en el que el material se tensaba sobre sus anchos hombros y su pecho. Sí, eso era probablemente…
Aiden alzó una ceja “¿Qué estás mirando?”
Un rubor cruzó mis mejillas “Uh… ¿nada?”
El gesto de su rostro era en parte de saber qué pasaba y en parte algo más que no pude poner en palabras. Sin decir una palabra, se acercó y con sólo las yemas de sus dedos colocó un mechón suelto de mi cabello detrás de mi oreja. Un simple toque, realmente, pero un estremecimiento me recorrió toda la piel y me dejó sin aire.
Aiden bajó su mano rápidamente y giró su cabeza. Algunos mechones de pelo oscuro cayeron sobre su frente “Bien, vamos a continuar con el show”
A medida que calentábamos con algunos movimientos, mi estado de ánimo mejoró sustancialmente. Bueno, al menos había empezado a contestar con frases completas. Las mañanas no eran lo mío.
Empezamos con las técnicas de derribo, las cuales consistían en barrer las piernas de los enemigos si tenías la suficiente suerte como para estar detrás de ellos o cerca, pero los daimons no se quedarían ahí dispuestos a comer el asfalto, los derribos consistían en Aiden yendo hacia mí como un defensa de fútbol.
“Recuerda” dijo, bajando las manos y apoyándolas en sus estrechas caderas “Tienes que utilizar la fuerza y el impulso de tu oponente en su contra”
“uh-uh” No era mi primera vez en este rodeo. Algunas veces Aiden lo olvidaba.
Sus ojos se estrecharon “¿Te está aburriendo esto?”
Pregunta trampa “¿Posiblemente…?”
Aiden inclinó la cabeza hacia un lado “Entonces hagamos esto”
Abrí la boca, pero Aiden despegó como un misil guiado con mi nombre en él. Preparándome para el impacto, forcé a mi cuerpo a moverse hacia delante, encontrándome con él a mitad de camino. Técnicamente, debería haber apuntado a su abdomen, utilizando mi hombro y empujando hacia arriba. Como Aiden había dicho, su propio peso y su impulso deberían haber sido suficientes para derribarlo. Pero considerando el hecho de que probablemente él tenía unos abdominales de acero desde el jardín de infancia, me debería haber roto el hombro.
Choqué contra Aiden.
Pero él ni se movió.
Echándome hacia atrás, me acaricié el hombro mientras me tensaba “Bueno,  no ha ido como tenía planeado”
Se carcajeó “Dudaste en el último segundo”
Colocándome la coleta sobre el hombro, suspiré “No quería hacerte daño”
Aiden se me quedó mirando un momento, después volvió a reírse. Alto – más alto que antes. “Me encanta que lo encuentres divertido” murmuré, sabiendo lo ridícula que había sonado.
“Ah, Alex, no me vas a hacer daño” Caminó hacia atrás, sonriendo y mostrando ese hoyuelo de su mejilla “Creo que tienes más miedo de hacerte daño a ti”
“Lo que tú digas” tonta de mí por no querer pasar por una operación de reconstrucción de la clavícula.
“Hazlo de nuevo, esta vez sin dudar” Hizo una pausa “Si lo haces, puedes correr por las dunas”
Abrí la boca “¿Qué?”
Una mirada astuta surgió de sus ojos grises “Durante la próxima hora”
Oh, a la mierda con eso. El puro iba a acabar en el suelo. Apreté la coleta y le miré fijamente “Vamos”
Sacudió los hombros y vino hacia mí de nuevo. Esta vez fui directa a su abdomen. Algo fue terriblemente mal. Mis piernas estaban en su camino de destrucción y antes de saber lo que estaba pasando, un muslo que me recordó como  a una descomunal rama de un árbol me derribó.
Sus manos estaban a ambos lados de mi cabeza, y tuve que pensar que si él realmente hubiera querido evitar esto, esta posición tan íntima, lo podría haber hecho.
Pero no lo hizo. Y no se movió.
Los fríos y grises ojos de Aiden llamearon y se volvieron más profundos, de un intenso color plateado que hizo que mi corazón acelerado llegar al borde de un ataque cardíaco. Su respiración pareció acelerarse “Alex…”
Tragué con fuerza “¿Aiden?”
Aiden apoyó todo su peso sobre un solo brazo. Su larga mano llegó a mi rostro y cubrió mi mejilla. Sus dedos eran elegantes, lo sabía porque los miraba mucho, pero la piel era rugosa, encallecida. Me encantaban sus manos.
Forzándome a permanecer quieta y callada, esperé con dolorosa anticipación a que él hiciera algo, lo que fuera. Y sabía que si yo hacía algún movimiento, él se apartaría, porque ése era el tipo de chico que Aiden era. Parte de mí le amaba por eso. La otra parte – una bola de frustración que demandaba que él dejara ir a su parte buena y caballerosa.
No estaba segura de lo que aquello decía de mí. Algo nada bueno, estaba segura.
Pero no me importaba, en aquél momento, no cuando Aiden estaba donde yo le quería.
Los ojos de Aiden eran tan plateados; eran líquidos mientras se movían lentamente desde mis ojos, por mi cara, para pararse sobre mis labios entreabiertos. Mi piel ardía allí donde aquellos ojos fueran.
Dioses, quería que me tocara, que me besara más que cualquier otra cosa.
Aiden hizo un sonido bajo con su garganta que hizo que los dedos de mis pies se encogieran en mis zapatillas “Necesitas parar de pensar en lo que estás pensando”
“¿Cómo…cómo sabes en lo que estoy pensando?
Sus dedos se deslizaron por mi mejilla, por debajo del cuello de mi camiseta. Me estremecí, y sus labios se tensaron “Puedo verlo en tus ojos”
“¿Cómo es eso?”
Aiden no se molestó en responder, y pensaba que él se había perdido en esta locura. Porque esto era de locos – la puerta a la sala de entrenamiento estaba cerrada, pero cualquiera podría entrar y pillarnos así y sería difícil de explicar.
Entonces su mano se movió de nuevo, por mi hombro, sobre mi brazo flácido, y oh, dioses, su mano, se siguió moviendo. Me agarró por la cadera y entonces su mano se curvó alrededor de mi muslo.
Quería, necesitaba decir algo, pero no tenía palabras.
Bajó su cabeza, presionando su frente sobre la mía y estremeciéndose, como había hecho yo segundos atrás. Sus labios, tan cercanos que casi podía saborearlos.
“Esto es una locura” murmuró, girando su cabeza de modo que sus labios rozaron la comisura de los míos mientras hablaba “Completamente, totalmente una locura…”
“Sí” susurré. Esta era una locura buena – peligrosa, pero muy divertida.
Aiden presionó sus labios sobre mi mejilla, y mis ojos se cerraron. Repitió el dulce gesto en la otra mejilla, y un intenso sentimiento de pena se alzó. Iba a parar. Éste era su modo. Calmar el calor con algo tan dulce, tan inocente como –
Sus labios rozaron los míos, y fue como la primera vez que nos besamos, mi mundo entero pareció explotar.  Unas sensaciones muy crudas me atravesaron, y sentí sus caderas moverse, su cuerpo entero agitarse contra el mío. Cada nervio de mi cuerpo parecía estar expuesto.
Me moví entonces, alzándome y sumergiendo mis dedos en su suave cabello.
“Maldita sea” dijo Aiden, su respiración entrecortada “Esto...”
“Quiero esto”
Como si él realmente no lo supiera, pero supongo que escucharme decir eso en alto, rompió el hechizo. En un instante, Aiden se había apartado de mí y estaba de pie de nuevo, caminando hacia atrás mientras se pasaba las manos por el cabello, respirando profundamente.
Aturdida, me senté y puse mis dedos sobre mis labios. Aún podía sentir su beso, el peso de su cuerpo.
Aiden se aclaró la garganta, y cuando miré hacia arriba, estaba en el otro extremo de las colchonetas. Como si poniendo espacio entre nosotros pudiera detener algo. Su garganta se movió “Bueno, supongo que ese es un modo de derribar al oponente”
Sí, suponía que lo era.>>

Cada vez que leo algo de Aiden me enamoro más y más de este chico...no lo puedo evitar.
Espero que la hayáis disfrutado!
Saludos Covenants!

Bella Carstairs






Artículo y traducción por Bella Carstairs, Saga Lux Spain.