"Me... asustaste."
Antes de poder responder o considerar siquiera que mi enfermedad lo había asustado, nuestros labios se encontraron. Mi cerebro desconectó al tiempo que le hundía los dedos en el jersey y... Oh, Dios, sus profundos besos me abrasaron los labios a la vez que sus manos se tensaban en mi cintura, apretándome contra él.
Daemon me besaba como si estuviera muerto de sed y diera largos tragos sin respirar. Me atrapó el labio inferior con los dientes cuando se apartó y luego regresó a por más. Una embriagadora mezcla de emociones batallaba en mi interior. No quería que pasara eso, ya que se trataba únicamente de la conexión que había entre ambos. No dejé de repetírmelo, incluso mientras subía las manos por su pecho y le rodeaba el cuello. Cuando deslizó las manos lentamente bajo mi camiseta, fue como si me tocara en lo más hondo, calentando cada célula y llenando cada rincón oscuro de mi ser con el calor de su piel.
Tocarlo, besarlo, era como volver a tener fiebre. Las llamas se habían apoderado de mí, el cuerpo me ardía, el mundo ardía, saltaban chispas. Gemí contra su boca.
Se oyó un chasquido y luego un estallido, y el cubículo se llenó de olor a plástico quemado.
Nos separamos jadeando.
♥♥♥
WARNING: estos dos son explosivos.
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