Ayer Jennifer L. Armentrout reveló la portada de Be With Me (de la serie Wait For You, pero con distintos personajes, aunque Cam y Avery aparecerán seguro) y nos regaló el siguiente teaser y, lo mejor de todo, cada semana va a haber un nuevo teaser y un nuevo sorteo en su blog hasta el día del lanzamiento de Trust in Me el 22 de Octubre...¿ES O NO ES PARA COMERSE A ESTA MUJER?
Sharp need
punched right through me as her body slid down my front. My hands tightened on
her hips and she tipped her head back. Her eyes darkened to a deep chocolate
brown, and my brain clicked off as I somehow tugged her closer. I knew she had
to feel my arousal, and considering we hadn’t even kissed, something about that
seemed wrong, but I couldn’t let her go.
Her hands
pressed against my chest, and I thought she was going to push me away, and
swore to God right then and there, no matter how hard it would be, I would let
her go if she did.
But she
didn’t.
Avery’s
hands flattened against my chest, above my pounding heart, and she had to have
felt it.
My hand
moved on its own accord, curving up her waist and then over her arm, to her
throat and then her cheek. She gasped when my fingertips grazed her cheeks, catching
the hair stuck to her temples. I tucked the strands back behind her ears, my
hand lingering.
“You’re
soaked.”
“So are
you.”
I smoothed
my thumb over the slant of her cheek. “I guess we’re going to have to try this
another night.”
“Yeah,” she
whispered as her eyes flickered shut and then swept back open.
“Maybe we
should’ve checked the weather first.” When she smiled, I shifted my hips in
response. Her body shuddered in such a mind-blowing way and her lashes lowered.
Her lips parted even further, and I didn’t want to let her go. She felt too
good this close.
Her chest
rose in short, deep breaths as I lowered my head, wanting and needing to kiss
her. Just once. That’s all I wanted. My eyes started to drift closed.
Avery
suddenly jerked back, pressing a hand between her breasts. “I think we … we
should call it a night.”
For a
moment I couldn’t move and then leaned back, tipping my head against the wall.
It took a couple of moments before I could speak. “Yeah, we should.”
The trip
out of the building and back to the apartment wasn’t easy. I was still strung
tight as a bow. Nothing seemed to make the raw edge go away. I tried reciting
the alphabet backwards, tried thinking about the old lady who lived in the
building nearby, who sometimes walked her dog in a white nightgown. The sight
was not pretty, but it still didn’t work.
The rain
was still coming down as we dashed across the parking lot and under the awning.
I shook my head, spraying water everywhere. Avery stopped at the base of the
stairwell leading up to our apartments, and I thought it was all the rain I’d
just pelted her with. I opened my mouth to apologize, but she turned sideways,
her face pale as she peered up at me.
A very
different kind of ache sliced through my chest, stirring up that knot in there,
at the stark confusion and fear in her eyes. Fear. I didn’t get it. Had I done
that to her? No. I couldn’t believe that. Not the way she had reacted to me. I
saw it in her eyes. She had wanted me to kiss her, probably even as badly as I
wanted to kiss her, but she had pulled away because … I honestly didn’t know.
I thrust my
hand through my hair, pulling it off my forehead. “Go out with me.”
“No,” she
whispered.
I grinned
slightly, and her chest fell, her shoulders relaxed, as if she needed to hear this.
“There’s always tomorrow.”
She
followed me up the stairs. “Tomorrow’s not going to change anything.”
“We’ll
see.”
“There’s
nothing to see. You’re wasting your time.”
“When it
concerns you, it’s never a waste of my time.”
And that
was the damn truth.
Una necesidad punzante me golpeó cuando su cuerpo se deslizó
sobre el mío. Mis manos se tensaron en sus caderas y ella echó la cabeza hacia
atrás. Sus ojos se oscurecieron, poniéndose de un profundo marrón chocolate, y
mi cerebro se apagó mientras de alguna manera la acercaba más a mi. Sabía que
ella tenía que notar mi excitación, y considerando que nunca nos habíamos
besado, parecía estar mal, pero no podía dejarla marchar.
Sus manos apretaron mi pecho y por un momento pensé que me
iba a apartar y juré a Dios, en aquél lugar y en aquél momento, sin importar lo
duro que fuera, que la dejaría marchar si era lo que ella quería hacer.
Pero no lo hizo.
Las manos de Avery descansaron sobre mi pecho, encima de mi
corazón que latía con fuerza, y ella tenía que sentirlo.
Mi mano se movió siguiendo su propia voluntad y se curvó
sobre su cintura, después sobre su brazo, pasando por su garganta hasta llegar
a su mejilla. Jadeó cuando las yemas de mis dedos rozaron sus mejillas,
cogiendo el cabello que tenía pegado a las sienes. Coloqué los mechones detrás
de sus orejas, y mi mano permaneció allí.
"Estás empapada"
"Igual que tú"
recorrí con mi pulgar la cura de su mejilla "Supongo
que tendremos que intentar esto de nuevo otra noche"
"Sí" suspiró, a la vez que cerraba los ojos un
instante y después los volvía a abrir.
"Tal vez deberíamos mirar el tiempo antes" Cuando
sonrió, moví mis caderas en respuesta. Su cuerpo se estremeció de una forma
increíble y sus pestañas cubrieron sus ojos. Abrió más los labios, y yo no
quería dejarla marchar. Era maravilloso sentirla tan cerca.
Su pecho se alzó con una corta y profunda inspiración
mientras yo bajaba la cabeza, queriendo y necesitando besarla. Sólo una vez.
Era lo único que quería. Mis ojos empezaron a cerrarse.
De repente Avery saltó hacia atrás, presionando una mano
sobre su pecho "Creo que...Deberíamos volver"
Por un momento no me pude mover y me eché hacia atrás,
reposando la cabeza sobre la pared. Me tomó unos instantes recobrarme antes de
poder hablar "Sí, creo que deberíamos"
El viaje fuera del edificio y de vuelta al apartamento no
fue fácil. Aún me sentía tenso como un arco. Nada parecía calmarme. Intenté recitar el alfabeto de atrás
hacia delante, pensando en la mujer mayor que vivía en el edificio de al lado,
quien a veces paseaba a su perro vestida con un camisón blanco. La visión no era bonita,
pero aún así no funcionó.
La lluvia seguía cayendo a medida que llegamos al
aparcamiento cubierto. Sacudí la cabeza, esparciendo agua por todos lados.
Avery se paró al lado de la escalera que llevaba a nuestros apartamentos, Pensé
que por toda el agua que le había derramado encima. Abrí la boca para
disculparme, pero se dio la vuelta, su rostro pálido mientras me miraba.
Un tipo diferente de dolor me atravesó el pecho, formando un
nudo ahí, ante la fuerte confusión y el miedo que había en sus ojos. No lo
entendía. ¿Le había hecho algo malo? No. No podía creerlo. No del modo en que ella había reaccionado. Lo
vi en sus ojos. Ella quería que la besara, probablemente tanto como yo deseaba
besarla, pero se apartó porque...Honestamente, no tenía ni idea.
Me pasé la mano por el pelo, apartándolo de la frente
"Sal conmigo"
"No" susurró.
Sonreí un poco, y su pecho se hinchó, sus hombros se
relajaron, como si necesitara escuchar esto. "Siempre hay un mañana"
Me siguió por las escaleras "Mañana no cambiará
nada"
"Ya veremos"
"No hay nada que ver. Estas perdiendo el tiempo"
"Cuando tiene que ver contigo, nunca es perder el
tiempo"
Y esa era la maldita verdad.
Me encanta Cam...ah, Dios, este chico me dio fuerte!!!!Me tiene enamorada y estoy deseando leer Trust in Me...Estoy segura que va a ser aún más maravilloso que Wait For You, y eso que Wait For You es alucinante!!!
Saludos Luxen,
Isabella
Artículo escrito por Bella Carstairs
Traducción por Bella Carstairs